Parece que el blog va cogiendo forma. Gracias a la constancia de ir publicando todas las semanas y a vuestro cariño y apoyo, las ganas de continuar el blog van en aumento. Como veréis, poco a poco estoy modificando aspectos de diseño, añadiendo redes sociales... pero todo lleva su tiempo y estoy un poco verde en muchos de esos temas. Os pido paciencia.
Hoy os traigo una tarta Sacher tuneada: TARTA SACHER DE CHOCOLATE BLANCO Y FRAMBUESAS. Esta tarta fue creada en Viena en 1832 por el repostero Franz Sacher, de ahí su nombre. Si el señor Sacher levantara la cabeza y viera esta tarta... o le daba un pasmo o se la comía entera porque está de muerte. Seguramente la hayáis visto de chocolate negro y rellena de mermelada de albaricoque, que es como se suele hacer, pero he querido darle un toque diferente y utilizar chocolate blanco en este caso. Otra de sus características es que no vamos a usar levadura, ya que con las claras de huevo montadas como un merengue e integradas en la masa no va a ser necesaria. La tarta va dedicada a mi amiga Fani, que ha cumplido años, y el lunes nos la zamparemos entre todos en el trabajo.
Estos son los ingredientes y los pasos que debéis seguir para hacer el bizcocho:
1. Precalentamos el horno a 180º con la función arriba y abajo sin ventilador. Si vuestro horno tiene por defecto ventilador, hay que bajar la temperatura a 160º.
2. Engrasamos el molde (he usado uno de 20 cm de diámetro) con mantequilla y un poco de harina, retirando el exceso. Es importante tener siempre el molde engrasado antes de hacer la receta para luego no perder tiempo cuando ya tengamos la mezcla de la masa terminada. Así nos aseguramos de meterla al horno enseguida sin que pierda volumen.
3. En un bol vamos a mezclar la mantequilla con el azúcar, aunque debéis reservar dos cucharadas que usaremos más adelante. Para mezclar los ingredientes utilizo una batidora de varillas: es más cómodo y conseguimos que la masa coja más aire y, por lo tanto, mayor volumen.
4. A continuación, separamos las yemas de las claras. Las yemas irán directamente al bol con la mezcla de mantequilla y azúcar y las claras a otro diferente, que reservaremos de momento.
5. Mezclamos las yemas con el resto de los ingredientes que ya tenemos en el bol.
6. Derretimos la mitad del chocolate (180 g) en el microondas. Con un minuto es más que suficiente. No es necesario que se derrita todo deprisa, sino que debe coger temperatura y fuera del microondas es donde se va a terminar de fundir todo removiendo poco a poco.
7. Añadimos el chocolate a la mezcla y seguimos batiendo.
8. Ponemos una pizca de sal sobre las claras y las montamos a punto de nieve. Yo he utilizado el robot de cocina y se consigue en un suspiro. Cuando estén montadas añadimos las dos cucharadas de azúcar que habíamos reservado previamente.
9. Ahora viene uno de los momentos más delicados de la receta: integrar las claras montadas con el resto de ingredientes. Debemos añadirlo en dos o tres tandas e ir removiendo con una espátula muy lentamente y con movimientos envolventes hasta que todo esté integrado. Lo que pretendemos es que la masa tenga volumen y, si batimos muy rápido, la mezcla se bajará.
10. Cuando toda la mezcla sea uniforme, tamizamos la harina encima de la masa y seguimos removiendo con movimientos envolventes.
11. Vertemos sobre el molde y horneamos a 180º durante 50 minutos. Si veis que se empieza a dorar mucho por el centro, tapad el molde con papel de aluminio.
12. Transcurridos los 50 minutos, pinchamos con un palillo en el centro y, si sale limpio, significa que el bizcocho ya está listo. Sacamos del horno y dejamos enfriar en una rejilla. Puede que la parte del centro suba un poco más, pero luego volverá a bajar. No debéis preocuparos por eso puesto que luego haremos capas de bizcocho.
Ahora vamos con el relleno de la tarta y la cobertura:
1. Vamos a abrir la tarta en dos partes exactamente iguales. Podéis usar un cuchillo de cortar el pan que sea bastante largo y partir el bizcocho de una sola vez o usar una lira para tartas. Con la lira las dos partes quedan completamente niveladas.
2. Tomamos una de las dos mitades y sobre ella ponemos el relleno. En este caso es mermelada de frambuesa, aunque la podéis sustituir por mermelada de cualquier sabor: fresa, arándanos, frutos rojos...
3. Tapamos la tarta con la otra mitad dejando que quede mirando hacia arriba la parte de abajo del bizcocho, ya que queda más lisa y más bonita a la hora de presentarla.
4. Calentamos durante un minuto la nata con el resto del chocolate blanco. Removemos hasta que todo quede bien derretido para conseguir una ganache. Si queda muy líquida, esperad hasta que se temple y vaya cogiendo textura y densidad.
5. Ponemos el bizcocho sobre una rejilla y ésta sobre una bandeja. Vamos a verter la ganache por encima poco a poco dejando que cubra toda la tarta. Os recomiendo no extender el chocolate con ninguna espátula. Ya veréis cómo va cayendo y va quedando liso. Como el chocolate blanco no tiene la misma capacidad para cubrirlo todo que el chocolate negro, hay que repetir el proceso e ir aprovechando el exceso de chocolate que va quedando en la bandeja para seguir cubriendo varias veces hasta que quede lo más blanca posible (no os desesperéis porque cuesta un huevo y parte del otro).
6. Dejamos reposar la tarta hasta que la cobertura quede brillante.
En principio la tarta estaría terminada pero la vamos a decorar con un poco de chocolate blanco rallado, unas frambuesas y unas banderitas para darle un toque de color.
Muchas gracias por las visitas y espero que dejéis algún comentario aunque sea breve. Es divertido hacer el blog, pero más si interactuamos y participamos todos. La semana que viene no habrá receta, pero sí alguna que otra sorpresa. Un abrazo para tod@s y seguid compartiendo el lado más dulce de la vida... no dejéis de hacerlo nunca!
Jon
Ahora mismo me la apunto!, Tiene una pinta riquísima!.
ResponderEliminarGracias!
Muchas gracias. Los que la han probado hoy se han quedado con ganas de más. Si la haces, envíame la foto para publicarla. Te aseguro que le encantará a todo el mundo. Un saludo.
EliminarQue cosa mas buena y que bonita te quedo, enhorabuena, sigue así, te espero por LAS DELICIAS DE MAYTE, un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias! Cuántas recetas y qué buenas. Sólo de mirarlas dan ganas de probarlo todo. Las croquetas de queso de cabra y espinacas también las hago yo...mmmmmmmmmmmmm! Aquí tienes a la cucharita para lo que necesites. Un besín!
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